Soy humano


Jesús Alberto Rodríguez Alonso
Candidato a doctor por la Universidad de Barcelona y docente de la UACJ
¡Soy humano! Vaya afirmación tan obvia; pero ¿es verdaderamente obvia o es una frase que esconde tanto como revela? ¿Por qué soy humano? Me pregunto, y un mar encabritado choca contra los acantilados de mi ignorancia; por que soy humano mis pensar, sentir y actuar se alborotan, se congestionan en cientos de ideas, sentimientos y actos truncos. Soy humano por la paradoja constante en la que vivo, contradicciones constantes, que el humo de la ciencia quisiera disipar, pero que incluso la ciencia, actividad humana a fin de cuentas, esta llena de ellas. Contradicciones que se superan, algunas, pero que no implica necesariamente perfección. Soy humano porque pienso, calculo y planifico; por que siento, lloro, amo y rio; soy humano por que mis actos me llevan engaño, hurto y muerte. Por esto y por una extensa lista que se extiende en los milenios. Soy humano por la suma de mis imperfecciones, y decir esto no significa que la imperfección, tal cual, sea una maldición, o por el contrario que la perfección sea una bendición o el objetivo a seguir. Puesto que soy humano tengo conciencia de mi imperfección, la pienso, siento y actúo. Qué significa lo perfecto e imperfecto, un dueto que se hace uno al otro, un par que se expande en el aniquilamiento mutuo. Conceptos, ideas, palabras que describen, articulan y explican nuestro mundo; y en paradoja también lo ocultan, lo desarticulan y lo hacen confuso. Nuestro ser humano es una constante paradoja que se desarrolla en el tiempo y el espacio de nuestras vidas, de nuestras historias; las vidas que nos hacen y la vida que hacemos. Soy humano por que hago la historia, e igualmente lo soy porque la historia me construye. Los conceptos, ideas, palabras que en término se vacían y se llenan acorde a las épocas, y a la vez son las épocas las que se agotan o atestan en acciones desatadas por palabras, conceptos e ideas. El micro y el macro en conjunción mutua de construcción/destrucción, donde ser humano es ser parte activa de esa dinámica aun cuando no parezca que somos pasivos, por ello también es elemento de la dinámica. Soy ser humano encantado y decantado por las palabras, instrumento de expresión, mi medicamento contra la soledad, mi límite y mi infinito. Veo parte de mi humanidad en estos signos, arbitrariamente seleccionados, pero a su vez marcado por las multi-dicotomías, perenne y cambiante de nuestra vida: perfección/imperfección, cordura/demencia, bondad/maldad, belleza/fealdad, amor/odio, vida/muerte, verdad/mentira, si/no, todo/nada. Las dicotomías que me mueven también me paralizan; mi parálisis y dinámica, considero parte compleja de mi humanidad. Soy humano por la capacidad de pensar la nada y el todo, la ausencia comprendida como una falta, como un no estar, como un no ser, me permite percibir mi estar y el de los otros, posibilidad que me permite ser. Soy por que se lo que no soy y a su vez soy por que no sé lo que soy; al asumirme como tal, me ausento de otras posibilidades de estar y de ser. Pero no soy la nada/imperfección, mucho menos el todo/perfección; simplemente un ser (un punto) que se mueve y en ocasiones se detiene en esta dicotomía y muchas más, aunque éstas marcan una pauta fuerte, visible, indeleble; cual vereda milenaria que se forja en el tiempo, en la lluvia, el sol y el viento y los pasos constantes de bestias, herramientas y hombres. Dicotomías que se extienden en otras; justificantes, expectativas, constricciones, faros. Que argumentan las acciones, que generan esperanzas, que restringen o que guían nuestro deambular por los senderos de esta existencia. Ser humano, es la posibilidad de sentir, pensar y accionar nuestro mundo, dentro de estas multi-dicotomías; intentar ocultarla, negarla u olvidarla, sencillamente nos evidencia como humanos. Soy humano por la desesperanza de los que me antecedieron y por la esperanza de que me sobrevendrán.