Ala Siniestra No 6




Por una pedagogía alternativa.
Fabio Ceballos.

El actual tiempo y espacio que ocupamos las mujeres y los hombres, es un tiempo que se agota, un espacio maltratado. Para las y los estudiantes de educación es necesaria la reflexión de su circunstancia y la del medio, es decir preguntarnos ¿cómo esta la realidad, cual es la problemática actual que enfrentamos como seres humanos?, por esa interrogante podríamos empezar, a fin de analizar nuestro mundo, conocerlo, e incluirnos en él.

Mi lectura del mundo me hace dilucidar la existencia de una gran brecha que cada día se hace más grande, en un extremo se encuentra gente muy rica (que viene a ser el 20% de la población mundial), en el otro extremo encontramos a la gente pobre (que resulta el 80% restante de la población mundial). Dentro de este último grupo se hallan diferencias, pues hay pobres que tienen casa, pero también hay pobres que pasan días en que no se llevan algo a la boca. Además de las terribles discrepancias en cuanto a la repartición de la riqueza, encontramos que vivimos en un mundo en agonía, donde los mares son contaminados, sierras y selvas desforestadas, un aire menos respirable y una fauna en exterminio.
Los intereses avariciosos de un selecto grupo nos tienen en este punto, a ese grupo lo conforman dueños de grandes empresas, políticos que vienen a ser lo títeres y se encargan de manipular a la gente, para que sigan sus prescripciones ciegamente.

Este horizonte que a la vista de los ojos críticos se muestra, presenta dos vertientes respecto a la práctica educativa. Una seria el seguir reproduciendo el antidialogo, para formar alumnas y alumnos acriticos que se adapten a la sociedad y consideren inmutable la lógica por la cual se manejan. Manejarnos por una pedagogía manipuladora, que sólo trae por consecuencia enajenarnos y dejarnos bajo el yugo de los intereses del mercado “libre”, en donde la falsa libertad del dinero excluye, olvida y mata a quien no cumple con las expectativas de la producción. El seguir utilizando métodos conductistas, significaran hacer el trabajo sucio de quien pretende seguir obteniendo ganancias, aunque para eso sea necesario el reducir a mercancías al ser humano y ala naturaleza.

Sin embargo existe una alternativa educativa, que en el actual contexto histórico se hace imperiosa la necesidad de replantearla.
Esta alternativa se basa en la problematización de nuestro mundo, en el diálogo que nos enseñara a decir nuestra palabra, una palabra que ira cargada de reflexión y de acción para transformar el planeta. Al teorizar y analizar la realidad adquiriremos una conciencia, que tanta falta nos hace, pero esa conciencia la obtendremos educándonos los unos a los otros con la mediación de la naturaleza. La práctica de una pedagogía liberadora será la panacea para la recuperación de este mundo usurpado, que se nos esta yendo de las manos y nos esta reclamando nuestra indiferencia.



MANO DURA V.S. DERECHOS HUMANOS
Lic. Jorge Alberto Gaytán
Abogado Especialista en Derechos Humanos conse2@hotmail.com


“Cada Pueblo tiene el gobierno que se merece”
Anónimo

Con desencanto y tristeza he visto como algunos padres de familia y otros que no lo son se pronuncian a favor del llamado “Toque de queda” o programa “Después de las 10 en casa es mejor” que ha implementado el Gobierno Municipal de Juárez desde el 9 mayo pasado. Y es que cualquier pueblo civilizado que mínimo conozca sus derechos, ya se hubiese organizado y echado esta medida por la borda, sin embargo, es triste ver como cientos de ciudadanos y ciudadanas de esta ciudad desconocen por completo sus derechos, y dejan en las manos del gobierno la educación, recreación y bienestar de sus hijos.
No pasa por alto el valemadrismo que tenemos en esta ciudad, pues se vio reflejado en las pasadas elecciones de julio, que si bien es cierto, muchos, por no decir la mayoría de los candidatos no tenían propuestas atractivas, ni soluciones a las problemáticas, lo cierto es que aunque es un derecho el abstenerse de votar, también lo es que necesitamos ser una sociedad más participativa y organizada, no dejarnos de gobiernos autoritarios que desde luego no conocen nuestros derechos, ni quieren que nosotros los conozcamos.


Desde luego que no hay que olvidarnos del alto índice de criminalidad que agobia a esta ciudad y que en muchos de los delitos participan menores de edad, sin embargo, existe en la Constitución un mandamiento expreso hacia las autoridades, por lo que es la Institución del Ministerio Público quien se encarga de la investigación y persecución de los delitos, no es la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, quien a través de “programas” se encargue de realizar esas investigaciones, mucho menos que criminalice a todos y todas los jóvenes solo por ser menores de edad. Ahora, nos quejamos mucho de la delincuencia juvenil, sin embargo no denunciamos los hechos ante la instancia correspondiente, pero, ¿porqué es
esto?, ¿no sabemos cuáles son nuestros derechos al interponer una denuncia?, ¿desconfiamos de las autoridades encargadas de atender nuestras denuncias?, ¿nos vale?, en mi concepto y por la experiencia
adquirida luego de atender a cientos de personas creo que existe una mezcla de todas, pero ya es tiempo de a abrir los ojos, de ver nuestro entorno y preguntarnos hasta cuando estaremos dispuestos a que las autoridades sean quienes dicten la línea a seguir, de que sean los policías quienes nos dicten un código de ética para saber como tratar a nuestros menores -¡por favor!- si han sido policías los principales implicados en delitos graves como delincuencia organizada, violación, homicidios, narcotráfico entre otros.
Mientras sigamos dependiendo de lo que un puñado de hombres, no todos bien intencionados, nos dicten y nos lleven hasta donde ellos nos quieran llevar, y que no tengamos la intención de conocer nuestros derechos, las cosas van a seguir estando como ahora están, no va a pasar nada con nosotros, ni con nuestros menores, ni con nuestras familias.
No merecemos un gobierno que nos trate con mano dura, al contrario, merecemos tener trabajo, salud, cultura, esparcimiento y sobre todo libertad, pero mientras no conozcamos nuestros derechos, eso jamás lo vamos a tener.
Conoce tus derechos y hazlos valer, no dejes que otros decidan por ti.



Democracia? No, gracias.
Carlos Murillo González

La democracia contemporánea que conocemos local, nacional y mundialmente (democracia representativa) es un modelo de organización política obsoleto y decadente…

…Desde su creación, en la Antigua Grecia, el gobierno del pueblo (demos: pueblo, cratos: gobierno) fue una forma de organización social jerárquica, elitista, excluyente y cerrada, que aglomeraba a los hombres más ricos, letrados y poderosos; pero, marginaba a las mujeres, los pobres, los esclavos, los extranjeros, los infantes y adolescentes, de las decisiones que involucraban al total de la población que conformaban las Ciudades-Estado, la organización política básica griega…

…no en balde, los griegos, que cultivaban el arte y la ciencia y eran adoradores de la belleza, se consideraban civilizados, cultos y señalaban despectivamente a los pueblos no helenos como bárbaros, salvajes; incluso con sus contrapartes helenas, en las innumerables guerras internas que se dieron durante esos siglos, la cultura griega demostró su capacidad destructiva y cruel, que permite observar la parte negativa de su civilización: aquella inspirada en la práctica de la guerra misma, con el sometimiento del enemigo a la esclavitud o el aniquilamiento de pueblos enteros (los espartanos serían un buen ejemplo de esto) y una profunda arrogancia producto de este desarrollo civilizatorio que igual dio genios como Pitágoras o Alejandro…



…¿Alguna “coincidencia” con la realidad actual? Si está pensando en el caso de Estados Unidos (autoproclamado paladín de la democracia y policía del mundo) la observación es correcta; si está pensando en la realidad nacional, en la forma en que se conducen los partidos políticos y aun los gobernantes, también es correcto; si está pensando en su ciudad (en mi caso Juaritos) en la forma en que se hace uso del poder “democrático”, claro que hay relación…



…la democracia actual es más un discurso que una acción: carece de sustento en la práctica. Nació viciada y como tal, es una forma de sometimiento controlado, astutamente, para generar una idealización de la vida política y social en un ambiente cuasi sagrado que equivale a decir democracia o muerte; aunque desconozco todavía a los mártires que hayan muerto por la democracia en el mundo…

…Lejos de ser perfecta, la democracia representativa es un resultado de la industrialización y urbanización de las sociedades mundiales desde el siglo XIX (todavía cuenta Alexis de Toqueville, en la primera parte de ese siglo, que no era bien vista la democracia en la época y decirle así a una persona, equivalía a insultarla) poco a poco se fue instalando en los países a través de la creación de partidos que se disputan el poder periódicamente; nacía la democracia burguesa…

…¿Hay diferencias entre la vieja democracia griega y la democracia actual? Sí y no; sí por que ahora está más expandida mundialmente, es un valor universal; y no, por que no cambia la forma en que se ejerce, cuando se ejerce; salvo la idea de la discusión de ideas para llegar a acuerdos, sigue siendo una actividad exclusiva de quienes porten las credenciales y no de todos los interesados…

…la gravedad de esto no ha sido suficientemente estudiada. No hay democracia en la casa, ni en la familia, ni con los amigos; mucho menos en la iglesia, el salón de clases o la empresa. Creer que democracia es elegir a alguien que por sus virtudes y habilidades es apto o apta para “dirigir” al resto, es un error que evidencia la falta de confianza en uno mismo y el grado de enajenación cultural que implica una falta de educación cívica y política (analfabetismo) cuyo amplio alcance conlleva al sometimiento fácil y la subordinación, para gusto y contento de los gobernantes…

…esto en condiciones ideales, en condiciones reales, ni son los mejores los elegidos, ni la democracia es lo que es, ni ha mejorado la situación de millones en el mundo. La apatía política visible en el abstencionismo electoral y la apatía sociológica visible en la ausencia de sensibilidad y solidaridad en la mayoría de las así llamadas injusticias humanas, son elocuentes por sí mismas. Hablar de política en estos momentos, es hablar de cosas poco serias, humorísticas, para disfrazar la frustración de la mediocridad de ese orden; hablar de injusticias humanas, sociales, es reconocer que el mundo anda mal, ¡pero nada más! Sin acción...

…la democracia, mancillada y todo, prostituida, es defendida (en el discurso) por los partidos y gobiernos para justificar guerras, represiones, encarcelamientos, estados policiacos, toques de queda, mano dura. Es un discurso tanto de la derecha como de la izquierda, pero nada más. La democracia está sometida al poder del mercado, el dinero, la empresa privada, los monopolios, ¿y la gente? Bien, gracias…

…sin embargo, hay iniciativas en el mundo, en los países despectivamente llamados “periféricos”, con relación a los países centrales (es decir, los países ricos, industrializados, las potencias mundiales) de una participación amplia (democracia participativa) donde, los gobiernos se someten a los designios de la población y le obedecen a través de asambleas, discusiones y evaluaciones de resultados; obviamente, este tipo de democracia no se ventila, por que representaría un cambio significativo en la relación política y sociológica de un país, una sociedad…

…no es fácil la convivencia humana; somos una especie conflictuada, más que conflictiva; la forma en que nos adiestramos a través de la cultura no nos hace más felices ni mejores. La oferta democrática, en el mejor de los casos, es un intento vano, desganado, de mantener el orden mientras se busca un futuro mejor (discurso neoliberal) o de darle a la gente lo que necesita (discurso izquierdoso). Hay que empezar a cambiar la farsa democrática, empezando con la relación gobernante-gobernado: si los
presidentes y gobernadores se parecen cada vez más a gerentes empresariales, entonces hay que exigirles cuentas claras, por que somos sus verdaderos patrones; hay que tratarlos como los empleados que son y no al revés: están para servirnos, no nosotros a ellos; por lo pronto...

Hablar de política en estos momentos, es hablar de cosas poco serias, humorísticas, para disfrazar la frustración de la mediocridad de ese orden;

La democracia está sometida al poder del mercado, el dinero, la empresa privada, los monopolios, ¿y la gente? Bien, gracias…

GENERACION DEL 68.
VICTOR OROZCO.

Han transcurrido casi cuatro décadas del movimiento estudiantil de 1968 y de la masacre ejecutada por el ejército en Tlatelolco el 2 de Octubre de ese año. Los estudiantes de entonces, ahora en la llamada "tercera edad" y peinando canas, (en la mejor de las suertes, la otra, ya se sabe, es no peinar nada, misma que les tocó por ejemplo a mis admirados amigos Rogelio Luna y José Manuel Muñoz) hemos visto toda la película de los cambios nacionales y mundiales. Escenas o procesos inusitados e imprevisibles en los ámbitos de la sociedad y de la ciencia: el hombre caminando en la superficie lunar, la derrota de Estados Unidos en Viet Nam, el nacimiento de las computadoras personales junto con el desarrollo de la biología molecular y de la revolución cibernética (faxes, e-mails, celulares, videos, bibliotecas electrónicas, etc, etc.), el colapso de la Unión Soviética y de sus satélites, la derrota del PRI, la formación de un partido de izquierda de masas en México (con todos sus asegunes), la empobrecida China de Mao convertida en un gigante de la economía global y a Fidel Castro de pié, polemizando y batallando en contra del imperialismo, después de casi medio siglo de su entrada en La Habana. Montados entre dos épocas, apenas hemos alcanzado a discernir el significado de las mutaciones: conocimos el México agrario, compartimos escenarios todavía parecidos a los del siglo XIX y luego nos encontramos
en medio del futuro, casi en la fantasía convertida en realidad.
Cada generación podrá suponer con la misma legitimidad de pretensiones que le ha tocado una etapa de cambios trascendentales, pero obvio es que la historia a veces condensa en años o en días siglos enteros y brinda a los hombres que los habitaron la sensación de la excepcionalidad. Francisco López de Gomara, quien fuera capellán en el ejército de Hernán Cortez y que luego, convertido en historiador cantara las glorias de su capitán, escribió a Carlos V, diciéndole que el descubrimiento de América "...fue el mayor suceso después de la creación del mundo, sacando la encarnación y muerte del que lo crió". Y ciertamente, sacando la desmesura del clérigo, los europeos de los finales del siglo XV y principios del XVI, vivieron los mayores sucesos: descubrieron la existencia de otros mundos, con otros hombres, plantas, ciudades, animales y paisajes; como un torbellino tecnológico vieron a las fortalezas inexpugnables derrumbarse por los cañones, a los barcos separarse miles de leguas de las costas orientados por la brújula, a millones de copias de escritos y libros gracias a la imprenta, pudiendo entonces estudiar la biblia que solo conocían de oídas, así como a los autores del clasicismo griego y latino, presenciaron el cisma de la inconmovible iglesia católica, leyeron a los audaces escritores que proclamaron la autonomía y la libertad del pensamiento frente a los dogmas, redescubrieron el cuerpo humano con artistas y médicos osados, de manera tal que las anteriores centurias se les ofrecieron apenas como los largos tiempos previos al momento crucial en que la larva rompe el capullo. El Medioevo pasó a ser no sólo un nombre para llamar a una etapa histórica, sino sinónimo de atraso, ignorancia y superstición, the Dark Age, como lo llaman los escritores de habla inglesa.


Desde luego que las revoluciones actuales no son, como lo pensaba López de Gomara, los mayores acontecimientos ocurridos "desde la creación del mundo", y es seguro, como entonces sucedió, que las ocurrencias de mayor envergadura y trascendencia estén por venir, al desplegarse todos los efectos de aquellas, si consideramos su carácter multiplicador. Sin embargo, es incuestionable que nuestro tiempo no será recordado en las historias mundiales o de México, como uno de aquellos en los que no paso "casi nada".
¿Por qué tomar como punto de referencia el movimiento estudiantil de 1968 para definir a esta generación?. La mayor parte de la población y aún de los estudiantes de aquel entonces no se involucró y solo de lejos miraron a las gigantescas movilizaciones en el Distrito Federal y en otras ciudades del país, apenas se dieron cuenta de las demandas alzadas y al final fueron sorprendidos por la matanza con la que culminó la protesta social. Pero, tampoco la mayoría de la población parisina participó en la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789 y solo unos cuantos colonos estuvieron presentes en las repulsas iniciales al dominio inglés en Norteamérica, que culminaron con la fundación de los Estados Unidos (y de nuevo la desmesura: uno de los representantes al primer congreso alegaba que era el mayor acontecimiento "desde la fundación de Babilonia"), apenas 82 hombres se embarcaron en el Granma en diciembre de 1956 para iniciar la revolución cubana y así podíamos seguirle. Sin embargo, los tres hechos pertenecen a la historia universal.
Las amplias movilizaciones políticas de 1968 encabezadas por los estudiantes, señalan el inicio de una fase de cambios sustanciales en el régimen político mexicano y en sus relaciones con la sociedad. No sólo encontramos en ellas los orígenes contemporáneos de todas las reformas políticas, desde la expresamente dedicada a la izquierda por el gobierno en 1977, hasta el proyecto que actualmente se discute en las legislaturas estatales. También, constituyen un hito relevante en el debate ideológico de las últimas décadas con sus temas preferentes: democracia, libertades, respeto a la diversidad, emancipación femenina. Y aunque ahora son tópicos medio olvidados, igual contribuyeron a retomar los de la democracia sindical y la organización de los colonos urbanos. La explosión libertaria de 1968 puso a México en las vanguardias mundiales, dejando su impronta en la conciencia de cientos de miles de ciudadanos, quizá uno de los activos más importantes con los que cuenta la sociedad actual para construir un sistema democrático. Así que, con toda propiedad, se puede afirmar que sin la generación de 1968, comprendiendo en ella a los luchadores jóvenes que se sumaron en los años siguientes, es imposible explicar el México contemporáneo. Así lo constata la integración de sus miembros en la vida política, científica y cultural de este país. Generación de puentes y rupturas, instalada a caballo entre dos fases a las que marcó y que la marcaron, no podrá ser echada al olvido por largo tiempo.

Tomado de El Diario de Juárez, 23 de septiembre del 2007; y reproducido con autorizacion de su autor.



Ciudad Juárez y el miedo.


Por: Yéffim Gero Fong Ronquillo.[1]

Marisela Ortiz coordinadora de la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa, dijo explicando por qué prefiere ignorarse la situación de femenicidio tolerado en Ciudad Juárez:

"Yo considero esto como un problema muy grave y si tú tienes que vivir en una comunidad tan difícil, tan violenta, lo que tienes que hacer psicológicamente es ignorar lo que ocurre porque es una situación que no puedes cambiar o que no sabes como entrarle. Tienes que sobrevivir ahí, mejor prefieres cerrar tus ojos, tus oídos y tu corazón a todo lo que ocurre porque lo que quieres escuchar es que vives en un lugar habitable"[2].

Abandonarse y abandonar dejar que las cosas pasen en medio del horror la gente prefiere imaginar que vive en un mundo feliz. El horror es paralizante.
El fenómeno no es nuevo, en la Alemania Nazi de los 40’s las atrocidades se toleraron sobre un silencio impotente y ciegamente cómplice; silencio hecho de miedo y comodidad. Muchos, la mayoría, callaron pero al final nadie pudo decir que no sabia lo que estaba ocurriendo, esos oscuros y anónimos ciudadanos alemanes expresan la fundamental diferencia entre el "no sabemos" y el "no queremos saber".
La raíz del miedo es descubierta por las palabras de Marisela Ortiz; "lo que tienes que hacer psicológicamente es ignorar lo que ocurre porque es una situación que no puedes cambiar".
Queda así explicada la noción general de desencanto político, entendiendo aquí política, como tratar el asunto de todos y todas, el problema común que nos concierne, el "arte de convivir" diría el filósofo Fernando Savater.
El ego individualista ha propagandizado la verdad de que "cada quien es el arquitecto de su propio destino", ésta, es verdad hasta cierto punto nada más porque relativa como todas las verdades, en estricto sentido, también se puede afirmar lo contrario. "Uno NO es el arquitecto de su propio destino". En ciudad Juárez, como en cualquier caso de mujeres asesinadas, violadas o raptadas, no se puede conceder de ningún modo con la idea corriente popularizada por los gobernantes que protegen a los asesinos de que ellas de alguna manera se lo buscaron.
Mediando entre la disyuntiva de si somos o no somos arquitectos de nuestro destino existe otra verdad; somos arquitectos y arquitectas de nuestro destino común, independientemente de si alguien puede o no puede diseñar y construir su destino en lo individual, todas y todos por hacer y/o por no hacer, y por decir o por callar, vamos dictando el diseño de nuestro destino colectivo. Ésta debería ser una verdad evidente y más a la mano que las que tratan de encontrar al individuo omnipotente.
Sin embargo, percibimos el horror cotidiano del crimen como algo que no podemos cambiar y al hacerlo hablamos en plural y luego agregamos con mucha fe: pero yo si y cada quien puede cambiar su destino, just do it, el destino individual y el destino colectivo aparecen por fin disociados, mientras en medio nace el miedo como barrera.

El YO si puedo, tiene un cierto parentesco con el YO hago lo que quiero del Thelema el más novedoso credo de los criminales, verdugos y victimas tienen un entorno de creencias común, se trata del egoísmo que necesita el sistema del horror y que bloquea la acción política, ahí se encuentra presente el hedonismo individualista del capitalismo decadente, el filósofo Slavoj Zizek se pregunta:
"¿No son acaso estos dos aspectos –la permisividad hedonista, además de las nuevas formas de apartheid social y control basados en el miedo los que caracterizan a nuestras sociedades?".
El conservador ingles Edmund Burke, esteta del terror y del poder reconocía que:
"Ninguna pasión roba a la mente tan eficazmente todos sus poderes de acción y razonamiento como el miedo. Para hacer cualquier cosa terrible, la oscuridad parece ser en general necesaria."
Pero si el miedo no naciera, sin duda alguien arriba dirá: hay que crearlo para matar la política; el "zôon politikón" de Aristóteles palidece ante la "voluntad de poder" de Nietzche.
Le tememos al prójimo, todos son corruptos porque el sistema está corrupto, luego desconfiamos y preferimos ignorar la política. Pero es que el miedo es real; hemos sido golpeados, hemos sido robados y secuestrados por la policía; traicionados y estafados mil veces por los gobernantes; explotados y humillados; jamás hemos recibido justicia. En el mar silencioso de todos los miedos, hay que recordar algunas palabras celebres de Martín Niemöller: "primero vinieron por los comunistas…" luego hay que agregar, aquí en esta frontera, primero vinieron por las mujeres y luego vinieron por los niños.
La archicorrupta y criminal municipalidad de Ciudad Juárez tiene una policía que ha sido varias veces señalada como asesina de mujeres, o al menos se puede comprobar que han sido cómplices, también han matado indigentes y han ejecutado "en caliente" sin juicio, han protegido redes de prostitución infantil, etcétera, la lista completa de la porquería de esta policía famosa mundialmente puede agrandar demasiado este articulo[1], lo nuevo en el escenario juarence es que "para hacer frente a la delincuencia juvenil", desde hace varios meses el gobierno municipal ha implementado un programa que se llama: después de las 10 en casa es mejor. Ahora resulta que los gobernantes que han sido sordos a todos los reclamos de justicia para las mujeres asesinadas, han decidido escuchar la voz de un grupo de padres de familia que hablan con la voz del miedo y han pedido un toque de queda para los menores. Después de las 10 horas, la policía detiene a los menores que anden sueltos en las calles, se los lleva a los separos y se les notifica a los padres para que se presenten por sus hijos y ser "sancionados", si en seis horas no aparecen los padres, los menores son turnados a un centro de readaptación. Si, podría ser el guión de una película de terror, la historia podría girar en torno a un grupo de muchachos y muchachas que sin padres o sin quien se ocupe de ellos, padres alcohólicos, enfermos, miserables, locos o trabajadores de noche, van cayendo en manos de "los guardianes del orden y la moral", los policías como monstruos depredadores de niños y atrás de todo una secta fanática religiosa, de esas que gustan de violar niños, con cardenales y todo, un casi imposible hibrido entre Los olvidados de Luis Buñuel, Sin City de Bob Rodríguez, La ciudad de los niños perdidos de Jean Pierre Jeunet y Marc Caro y Hostal de Eli Roth, usted saque sus propias conclusiones de cómo se pueden sintetizar estas cuatro películas en el contexto de Ciudad Juárez. No cabe duda que la realidad supera a la ficción, dejemos los guiones fantásticos y simplemente preguntemos, de las más de 2,000 detenciones de menores que ha realizado la policía juarense ¿En qué terminaron todas? ¿Qué paso con los niños y principalmente con las niñas que no tenían papas o casa? ¿Dónde están, quién sabe de ellos o de ellas?
La idea de relacionar el toque de queda juarense y las purgas hitlerianas puede resultar excesiva para algunos "bien pensantes", pero la idea no es tan descabellada, hay elementos comunes, lo primero es el contexto, un mundo en guerra ahora "contra el terrorismo" y luego una verdadera fuga hacia adelante de la derecha mexicana; la militarización del país, el encarcelamiento y tortura de las y los luchadores sociales, la criminalización de las protestas sociales, los esporádicos pero cada vez mas presentes asesinatos políticos y los avances en puestos estratégicos de militantes del grupo ultraderechista El Yunque, son los temas del diario, lo menos mal del asunto es que las protestas, las rebeliones y las revueltas también hacen noticia.
Desde luego nadie esta diciendo que la historia se vaya a repetir y menos en este municipio, pero lo viejo vive en lo nuevo y lo histórico en lo particular de alguna manera.
Lo verdaderamente preocupante del toque de queda en Ciudad Juárez y que lo emparientan con las políticas de corte Nazi y en general fascistas es: que una vez dado el contexto de derechización represiva en el país, el caso particular de Juárez muestra que el miedo, el desprecio y el silencio populares terminan en política pública para controlar las calles y las gentes al servicio de los poderosos de la ciudad.
No se trata pues simplemente de un "error", del exceso de gobernantes ignorantes e incapaces, sino de una política represiva de Estado contra la población pobre y así debe tomarse.
Hay "serios" académicos que recomiendan al municipio otras formas de lidiar con el problema de la delincuencia juvenil, toda vez que reconocen que a pesar de la buena voluntad el toque de queda es insuficiente, ineficiente y políticamente incorrecto, el problema de estas recomendaciones está en el reconocimiento implícito de que se puede discutir si es bueno o no que los criminales secuestren a los jóvenes menores.
El error es un enfoque no radical de la situación que enturbia su verdadera naturaleza, el fenómeno debe abordarse clarificando exactamente el papel del discurso político desde el poder, no se puede enfrentar los argumentos del municipio aceptando por principio y sin dudas que se trate de un programa para controlar la delincuencia.
Los hechos muestran que un grupo de poderosos empresarios, políticos y criminales han usado esta ciudad tradicionalmente como campo experimental de políticas para obtener mayores beneficios, muchas de esas políticas han sido criminales, los proyectos experimentales exitosos del Plan maquilador, de la "Alternancia en el poder", del PRIAN, del Cartel de Juárez y del Feminicidio son muestras claras de ello.
Los académicos aceptan el estándar político del mundo liberal democrático, otra cosa es que se lo crean, más bien responden a la consigna derechista de mantenerse "en los canales del dialogo" del mundo "post-ideológico", aceptan un mundo que no existe donde hay consensos, elecciones, consultas y recomendaciones de derechos humanos realmente atendidas, no hay problema con ello, se vale soñar, pero siendo utópicos sin ser radicales, el problema viene cuando por mantener esta fachada se termina justificando el mundo real que es el de la lucha cotidiana y descarnada por el espacio, por el sustento, por la vida y no se llega a la conciencia profunda de los hechos. Entonces cuando se ponen "críticos" dicen que hay un municipio que quiere controlar la delincuencia y no sabe como hacerlo y lo hace mal y le recomiendan hacerlo mejor, en vez de decir que hay un municipio que quiere controlar las calles y tomar control de los cuerpos de los jóvenes que sobran y lo hacen bien y lo vienen haciendo bien.
Mejor sería en vez de hablarle al patriarca para ilusamente reformarlo, aclararle a la ciudadanía cuáles son los motivos del toque de queda y no decir que no sirve, sino denunciar a qué propósitos sirve, esa es la sociología y la antropología que necesitamos; una que desnude al crimen y las formas de explotación; una ciencia valiente. Pésele a quien le pese, los académicos deben admitir un análisis clasista complementando los análisis de género y desde la cultura, para entender la genealogía del crimen en Ciudad Juárez.
No hay que retroceder ante el horror, pero esto no quiere decir que pongamos ahí como pantalla, para no retroceder un mundo feliz idílico o en su versión académica un sistema liberal democrático idílico, eso seria una trampa. La exigencia es no retroceder ante el horror, conociendo, clarificando y denunciando el horror, pero sobre todo oponiéndose, combatiendo y resistiendo el estado del horror.
Existe la política del miedo, el gobierno Calderonista debe mucho su "triunfo" a ello, el miedo tiene una justificación real pero desde el discurso del poder aparece tergiversado, los moralistas de aquí y de allá predican que existe un complot de "los malos" para destruir a la familia y por eso permiten que los criminales policías, maten, violen, encarcelen y ahora secuestren jóvenes, curiosa lógica esa.
Mientras el miedo se disemina en la población los poderosos van embarneciendo sus discursos y tomando posiciones, cada represión, cada asesinato político, cada mujer violada y asesinada, cada tortura, cada pederasta protegido, cada joven detenido, son amenazas de miedo. El miedo no nace en el vació, el miedo no es tampoco el producto del "caos sin lógica posmoderno", el miedo tiene un padre, un sentido, una estrategia, el miedo lo produce el gobierno, el dinero, el poder, la guerra, el patriarca, el macho, el miedo lo produce el capitalismo decadente, pero el miedo esta también desnaturalizado, robado de su esencia y se traduce en miedo a los inmigrantes, a los raros, a los otros, finalmente a los niños pobres que viven en las alcantarillas, que ya no molestaran más.
¡Rompamos el miedo con la revuelta!


[1] Miembro de la Liga de Unidad Socialista
[1] Juárez: Un 'discurso precioso' oculta feminicidio, CIMAC. 2007.

[1] Involucrados en feminicidios, policías municipales de Juárez, Rubén Villalpando. La Jornada 2007: http://www.jornada.unam.mx/2007/07/11/index.php?section=sociedad&article=046n2soc. Diana Washington afirma que existe en Juárez un cartel de los policías que involucra a policías de varias corporaciones: http://www.isis.cl/Feminicidio/Juarez/doc/asi%20empezo.doc. Liga Morfín a jefe policíaco de Juárez con prostitución: http://www.cimacnoticias.com/noticias/05ago/05083011.html. La Procuradora de Justicia del Estado de Chihuahua, Patricia González dijo que policías municipales mataron a prostitutas en Ciudad Juárez: http://www.oem.com.mx/elmexicano/notas/n342243.htm


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